sábado, 30 de agosto de 2014

Tania la Guerrillera



“… Internacionalismo revolucionario no es etiqueta que corresponda al aventurero, sediento de nuevas experiencias. Nace de un profundo arraigo, como el de Tania en el recuerdo de su Argentina natal, de un genuino rechazo de la explotación como el de Tania renunciando al camino seguro que le brindaba la RDA, al trabajo creador en la Cuba revolucionaria recién descubierta, al amor y la amistad posponiendo sus proyectos personales por acudir allí donde otros hombres necesitan redención”.
Graziella Pogolotti, 28 de octubre de 1999, Periódico Granma

   Haydée Tamara Bunke Bider conocida como Tania la Guerrillera fue una revolucionaria argentina, miembro de la guerrilla del Che en Bolivia.
   Nació en Buenos Aires, Argentina el 19 de noviembre de 1937, hija de padre alemán y madre polaca, ambos comunistas y judíos y también maestros. Tuvieron que refugiarse en Argentina en 1935 huyendo de la persecución nazi. En Buenos Aires trabajaron como profesores.
   Los padres regresaron a Alemania cuando Tania tenía solo 12 años, allí pudo conocer de los dolores y las muertes que dejó el fascismo en toda Europa y sus convicciones la llevaron a integrarse a la Juventud Libre Alemana. Estudió en la Universidad de Humboldt en la Facultad de Letras. Ganó varias medallas en tiro deportivo. Militó desde los 18 años en las filas del Partido Socialista Unificado de Alemania.
   Nunca olvidó Latinoamérica manteniendo siempre relaciones con latinoamericanos y cantando con su acordeón tangos y milongas.
    Recibió con alegría el triunfo de la Revolución Cubana. En 1960 conoció al Che cuando viajó a Alemania al frente de una delegación comercial cubana donde ella y su madre les sirvieron de traductoras. Tamara decide vivir en Cuba y colaborar con la primera revolución latinoamericana.

viernes, 29 de agosto de 2014

Manuel Navarro Luna: El poeta de la Revolución

    Prestigiosas figuras dijeron del poeta: Enrique José Varona escribió que “la importancia de sus versos residía en el espíritu que los vivificaba”… De Pulso y onda dijo Rafael Alberti que lo ubicaba en el meridiano de su tiempo… Juan Ramón Jiménez dijo: “gran poesía la suya, donde la increíble riqueza de imágenes corre pareja con su musicalidad augusta y resonante”… Cintio Vitier expresó “Cuba está íntegra en su palabra y en su gesto de gran poeta”… y Juan Marinello aseguró que era el poeta de la Revolución.

   El 29 de agosto de 1894 nació en Jovellanos, provincia de Matanzas el poeta y periodista revolucionario cubano Manuel Navarro Luna.
   Su familia fue de raíces mambisas. Su padre, capitán del ejército español, fue asesinado por sus compañeros después de descubrir su apoyo a la independencia de Cuba.
   Navarro Luna vivió en Manzanillo desde su niñez, donde pasó casi toda su vida. Estudió música y se desempeñó en varios oficios como limpiabotas, sereno; pero fundamentalmente como barbero.
   Su poesía se da a conocer en 1915 cuando publica en varias revistas manzanilleras. Inmediatamente en ese mismo año, el Primero de Mayo se identifica públicamente en sus actividades revolucionarias leyendo el soneto titulado Socialismo.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Rememorando a Cortázar a cien años de su cumpleaños



   Me quedé dormida releyendo a Rayuela, y en medio de la noche, me despierto y mis ojos alcanzan esta bellísima crónica que ha escrito mi querido amigo Migue, al eterno Cortázar... Tengo el honor y el placer de compartirla con ustedes.

Rememorando a Cortázar a cien años de su cumpleaños
Por Miguel Fernández Martínez

   Hoy desperté más tarde de lo que regularmente lo hago a diario. Ni siquiera sentí el despertador que me molesta e interrumpe siempre en el último capítulo de mis sueños.
   Me quedé en la cama tratando de descubrir unos raros círculos verdosos que se desdibujaban en el blanco y desvencijado techo que me cubre de la lluvia y el frio.
¿Serán cronopios?, pensé, mientras estiraba mis huesos crujientes y adoloridos. Y fue que recordé que este 26 de agosto estarías cumpliendo, querido Cortázar, tus primeros cien años de vida eterna.
   Como no te conocí y nunca supe donde vivías, me antojé de ir al cementerio de Montparnasse para festejar en ese lugar medio snobista, donde desde hace años te tomas un descanso de este incomprensible mundo de los vivos.
   Para nadie es un secreto las tertulias escandalosas con tus vecinos de barrio –digo, de bóvedas- donde entre vinos y cigarrillos se burlan de los transeúntes cabizbajos que pasean las calles del cementerio.
   Te imagino escuchando los últimos poemas de Tristan Tzara, las historias de Beckett, las polémicas filosóficas de Sartre y Simone, o las tristezas de Vallejo.
   Claro que fue imaginario, casi surrealista mi viaje a Paris en calzoncillos. Como no tengo ni visa ni dinero para viajar hasta allí, saqué boletos en mi cama, cerré los ojos, obvié a aeromozas y aduaneros y me vi en la Ciudad Luz, buscándote para compartir un café en la puerta del teatro de Champs-Élysées, donde alguna vez tuviste el majadero capricho de inventar esa palabrita que hoy repiten hasta el cansancio todos los pseudo-intelectuales que jamás han sabido leer Rayuela como sugeriste.
   De todos modos tú eres el Cronopio mayor, el grandísimo Cronopio, así que será un placer me acompañes a escuchar la trompeta de Armstrong, y le pediremos que cante Hello Dolly solo para nosotros dos, aunque él no entienda que carajo hace el gran Cortázar paseando por París con un desconocido periodista cubano.
   Ayyy… Julio Florencio, el negro maravilloso no sabe que por ti aprendí a dibujar fuera del margen de mis libretas de apuntes, que fuiste tú el que me enseñó a escribir poemas sin rima y que si puedo deambular verde y húmedo en mis silencios nocturnos, fue por leerte hasta el desvelo en mis años juveniles.
   Por tu culpa todavía me siento, muchas veces, como un Horacio Oliveira, vagando por los puentes (el del río Almendares es el más cercano) buscando a una amante que no es Maga ni me hace caso, y que solo la escucho hablando en la radio cada mediodía.
   No me preguntes por qué te he seguido hasta aquí. Hace 53 años viniste por última vez a mi Cuba y se te olvidó llevarme de regalo unas marugas, y como castigo me leí tus libros, y me dejaste descubrir que eres uno de los autores más innovadores y originales de tu tiempo.
   Contigo descubrí que lo real y lo fantástico, se entremezclan en ese realismo mágico, casi surrealista, que nos deja seguir soñando sin desanudar las botas.
   ¡Cuánta falta nos haces en estos tiempos difíciles!
   Por eso no me levantaré de la cama. Sencillamente porque no me da la gana, y brindaré con un té de hojas de naranja por tu glorioso centenario, Julio Cortázar, amigo.

La Habana, 26 de agosto 2014

viernes, 8 de agosto de 2014

Roig de Leuchsenring: El primer Historiador de La Habana


No fue ni pretendió ser un hombre perfecto ni infalible, pudo cometer algunos errores, sin embargo al final de su vida, sin haber amasado nada de lo que pretendió su familia, se convirtió en un defensor de la causa de esta isla.
                         "Eusebio Leal Spengler"


Emilio Roig de Leuchsenring. Historiador, etnólogo, periodista y patriota cubano. Primer Historiador de La Habana.
Nació el 23 de agosto de 1889 en La Habana y muere el 8 de agosto de 1964 a la edad de 75 años.
Cursa sus primeros estudios en el antiguo Colegio de Belén de La Habana. Aún siendo un joven estudiante publicó su primer artículo, “Impresiones de viaje” en el periódico Diario de la Marina.
El ejercicio del periodismo lo mantuvo activo en el oficio, escribió sobre diversos géneros especialmente artículos costumbristas y la crítica política y literaria. Publicó investigaciones históricas y artículos de actualidad.
En el año 1908 se graduó de Bachiller en Letras y en Artes en el Instituto de la Habana y en 1912 su trabajo  “¿Se puede vivir en La Habana sin un centavo?” ganó el primer premio en el concurso de artículos humorísticos convocado por la revista El Fígaro. Colaboró en la Revista Jurídica (1912-1913). Desde 1913 fue redactor y jefe de redacción de Gráfico. Director de la Revista de Derecho (1913-1917). Jefe de despacho del Primer Congreso Jurídico Nacional (1916). Redactor de la revista Social (1916-1920).
Se graduó en la Universidad de La Habana de Doctor en Derecho Civil y Notarial en 1917.
Estuvo siempre en el grupo de vanguardia de la sociedad, fue un revolucionario comprometido con las causas justas y democráticas.
Fue miembro de la Liga Antiimperialista de Cuba, fundada por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, y del Grupo Minorista, donde cierran filas junto a Rubén Martínez Villena y Juan Marinello, como escritor revolucionario junto a Alejo Carpentier.
Integró a intelectuales de diversas tendencias a la lucha por rescatar la historia, los valores nacionales y contra el colonialismo y el imperialismo, para ello desarrolló el estudio científico de la Historia de Cuba.
Trabajó por la preservación y restauración de lugares patrimoniales. Impartió conferencias en eventos nacionales e internacionales, luchó incansablemente a favor de la paz y la igualdad social en Cuba y el mundo. Creó instituciones de amistad con México, Puerto Rico, España Republicana, República Dominicana, la Unión Soviética, etc. Fue un activo luchador contra las dictaduras, el fascismo, el falangismo y el antisemitismo.
Apoyó la Protesta de los Trece y se integró a la Falange de Acción Cubana. Su bufete era el punto de reunión del Grupo Minorista. En 1924 Jorge Mañach lo consideraba el jefe de los Minoristas y fue el cronista de este movimiento regenerador.
De 1927 a 1935 fue Comisionado intermunicipal de La Habana. En 1939 Miembro de la Liga Antifascista a favor de la República española. 
El primero de julio de 1935 se le designó Historiador de la Ciudad de La Habana, cargo que mantuvo hasta su muerte. A iniciativa suya se creó la Oficina del Historiador de la Ciudad en 1936, de cuya organización se hizo cargo. Se ocupó además de sus ediciones, como los Cuadernos de historia habanera, las Actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana y la Colección histórica cubana y americana. Ingresó en 1938 en la Academia de la Historia.  
Fundador en 1940 y presidente de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales. Periodista colegiado en 1943. Dirigió el Archivo Histórico Municipal. Fue miembro de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología, del Colegio Nacional de Periodistas, de la Comisión de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos y Artísticos Habaneros, de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, del Colegio de Abogados de La Habana y de otras instituciones.
En 1942 es electo Presidente de la Sociedad de Librepensadores de Cuba. Es miembro de la Corporación de Turismo de Cuba. Preside y organiza el Primer Congreso Nacional de Historia y los sucesivos.
En 1944, miembro de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología.
Integra la directiva del Instituto de Intercambio Cultural Cubano-Soviético.
Siempre tuvo presente en sus artículos el pensamiento antiimperialista de Martí y la penetración imperialista en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
En su bibliografía se demuestra su extenso estudio de la política de los Estados Unidos por adueñarse de la Isla. Entre sus libros más trascendentes figuran: Historia de la Enmienda Platt, Una interpretación de la realidad cubana (1935), Cuba no debe su independencia a los Estados Unidos (1950), Martí­ antimperialista (1953), La Guerra Hispano Cubano Americana fue ganada por el lugarteniente general del Ejército Libertador Calixto García Iñiguez (1955), La iglesia católica y la Independencia de Cuba(1958), Máximo Gómez, el libertador de Cuba y el primer ciudadano de la República (1959), Hostilidad permanente de los Estados Unidos contra la independencia de Cuba (1960), Tradición antimperialista de nuestra Historia (1962).

jueves, 7 de agosto de 2014

El poeta indio





“Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando”


Rabindranath Tagore, Poeta, narrador, dramaturgo, filósofo, músico, ensayista y pintor nació en Calcuta, la India el 7 de mayo de 1861 y murió el 7 de agosto de 1941.

Su poesía delicada y bella mantiene un sello de profundo lirismo en la que introduce su filosofía espiritual y humana. Sus obras, escritas con delicado estilo y hondamente místicas han sido traducidas a casi todos los idiomas.
En 1913 se convirtió en el primer Nobel no europeo en obtener este reconocimiento.
Fue un gran luchador por la paz. Se le considera el más importante escritor hindú y uno de los grandes humanistas del siglo pasado.
En 1883 contrajo matrimonio con una joven de 16 años, y a partir de entonces se dedicó a administrar los bienes de la familia, de su esposa y a viajar por toda Bengala.
En 1901 fundó una escuela en Santiniketan (Hogar de la Paz), en la que estructuró un sistema pedagógico que defendía la libertad intelectual del ser humano. Fue un imán para grupos internacionales de talentosos estudiantes, artistas, lingüistas y músicos. Tagore dedicó prodigiosas cantidades de energía a obtener fondos para esta escuela, utilizando también lo que ganó con el Premio Nobel.
Publicó el ensayo político “El movimiento nacional” en el que se pronuncia en favor de la independencia de su país. Más adelante en 1910 apareció "La ofrenda lírica", una de sus obras más conocidas.
Este hombre revolucionó la literatura bengalí con obras tales como El hogar y el mundo y Gitanjali y lo extendió con multitud de poemas, cuentos, cartas, ensayos y pinturas.
Fue también un sabio y reformador cultural que modernizó el arte bengalí desafiando las severas críticas que hasta entonces lo vinculaban a unas formas clasicistas. Escribió varias canciones apoyando el movimiento indio de independencia, dos de ellas son ahora los himnos nacionales de Bangla Desh y la India: el Amar Shonar Bangla y el Jana-Gana-Mana.
A partir de 1912 recibió numerosas invitaciones para pronunciar conferencias en Europa, EE. UU y algunos países asiáticos, labor que le sirvió para acrecentar su prestigio. Durante la I Guerra Mundial, y al agudizarse la agitación en la India, tuvo que definir su postura política y adoptó una postura pacifista exenta de nacionalismo. En sus últimos años se dedicó casi por completo a la administración de su centro de estudios, que a fines de 1921 se convirtió en universidad internacional con el nombre de Visva Bharati, y fue declarada Universidad Estatal en 1951.
De su extensa producción literaria cabe citar además los dramas Kacha y Devayani (1894), El cartero del rey (1913), Ciclo de la primavera (1916) y La máquina (1922); las novelas Gora (1910) y La casa y el mundo (1916); los poemarios La luna nueva (1913), El jardinero (1913) y La fugitiva (1918), y algunas colecciones de sus conferencias, como Sadhana (1912) y La religión del hombre (1930). Unos días antes de morir escribió el poema “La Muerte”, que es su última obra.
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1913
En 1915 fue nombrado Caballero por el rey Jorge V, título al que renunció después de la matanza de Amritsar en 1919, cuando tropas británicas mataron a 400 manifestantes indios.


Te Amo, Perdóname Mi Amor



Te amo, sí ¡Perdóname mi amor!
Pajarito que yerras tu camino, como tú, estoy cazada.
Cuando mi corazón se estremeció de dicha,
perdió su velo y se quedó desnudo.
Cúbrelo tú de piedad, ¡y perdóname mi amor!

Si no puedes amarme, ¡perdóname mi pena!
¡Pero no me mires así, desde tan lejos!
Me arrastraré callada a mi rincón
y me sentaré en la sombra, tapando con mis dos manos
la vergüenza desnuda. No me mires, no me mires,
¡y perdóname mi pena!

Si me amas, ¡perdóname mi alegría!
No te rías de mi descuido porque ves que mi corazón
se me va en este mar de ventura.
Cuando me siente yo en mi trono,
y reine sobre ti, tirana de mi amor;
cuando, como una diosa, yo te conceda mis favores,
sé tú indulgente con mi orgullo,
¡y perdóname mi alegría!



 


Konstantín Stanislavski: Director y maestro de la actuación



"El actor debe conseguir encontrarse en un ambiente de auténtica verdad interior… Sólo un arte lleno de experiencias directas y vitales del actor puede transmitir los matices impalpables y toda la profundidad de la vida interior de un personaje. Sólo un arte así puede enriquecer la experiencia espiritual del espectador"


Konstantín Serguievich Stanislavski, muere un día como hoy, el 7 de agosto de 1938 a la edad de 75 años en la URSS.
Nació el 5 de enero de 1863 en Moscú, Rusia. Actor y director teatral de fama mundial. Creador del método interpretativo Stanislavski.
De muy joven formó su primera compañía con sus hermanos y algunos primos y se estrenó en 1877 con un vaudeville representado en el pequeño teatro construido en la finca propiedad de su familia. Su interés en ser actor nació inmediatamente. Tuvo que trasladarse a París para trabajar en los negocios de su padre, ya en la capital francesa actuó en compañías de aficionados y conoció a un actor polaco a punto de retirarse llamado Stanislavski, cuyo nombre adoptó para trabajar bajo seudónimo y poder realizar sus experimentos e investigaciones teatrales con mayor libertad.
En 1888 es nombrado director de la Sociedad de Artes y Letras y la subsidia con su propia fortuna personal. Esta agrupación semiprofesional sin teatro propio, tenía como objetivo agrupar a profesionales de las distintas ramas del arte y presentar espectáculos para los socios.
 Stanislavski se despoja de todos los clichés, los trucos teatrales falsos, basando su actuación en la observación de la vida real, en el comportamiento real.  Actúa en clásicos del dramaturgo francés Molière, Georges Dandin, y del escritor romántico ruso Alexander Pushkin, El avaro caballero, ganando una valiosa experiencia en la actuación y en la dirección de profesionales experimentados que estuvieron involucrados con la Sociedad de Artes y Letras. En 1898, junto al autor teatral Vladimir Nemirovich-Danchenko fundó el Teatro de Arte de Moscú, que puso en escena las grandes obras de Chéjov.  Pronto empezó a desarrollar su sistema de interpretación que pretendía que el mundo emotivo de los personajes fuera proyectado al espectador de forma verídica y alejado de toda artificialidad, en un efecto de «realismo psicológico» y junto al éxito de las obras de Chéjov, Gorki y otros escritores contemporáneos, la perfecta eficiencia de la compañía, la magia de la puesta en escena y el singular talento de él como director convirtieron este teatro en uno de los más importantes de su época.
Dánchenko comparte la insatisfacción de Stanislavski con el estado del teatro ruso. Rechazaban el teatro de la época y querían crear un nuevo tipo dedicado a los altos estándares de actuación y producción. El objetivo fundamental consistía en que el teatro fuera también una herramienta de educación. Sus ideas reformistas concluyen que para fundar un teatro de alta categoría era importante la elección del reparto de actores y que el teatro debía ofrecer condiciones y comodidad para mayor satisfacción de los mismos. Plantean que aquel que se dedica al teatro debe ser un ejemplo de higiene mental y física.
Su pretensión era elevar el nivel del teatro ruso, eliminando los malos hábitos arraigados en los actores y elevando su profesionalidad. Es por eso que decide aumentar el número de ensayos y reducir el de estrenos. Relanza el Teatro de Arte de Moscú bajo los moldes soviéticos. 

Paralelamente a su trabajo como director y actor, Stanislavski llevó a cabo una importantísima labor como pedagogo, creando el llamado "método de las acciones físicas", conocido también como "sistema Stanislavski", que consiste básicamente en hacer que el actor experimente durante la ejecución del papel emociones semejantes, parecidas a las que experimenta el personaje interpretado. Para ello se recurre a ejercicios que estimulan la imaginación, la capacidad de improvisación, la relajación muscular, la respuesta inmediata a una situación imprevista, la reproducción de emociones experimentadas en el pasado, la claridad en la emisión verbal.
El "sistema" a esta altura se había convertido en el método de trabajo del Teatro de Arte y Stanislavski enseñaba a una nueva generación de actores y directores.
 Estimulaba a sus alumnos para que llegaran a conocerse a sí mismos y, por lo tanto, a controlar y medir los movimientos libres de su subconsciente, por medio de un conocimiento vigilante y riguroso. Su objetivo era hacer surgir del hombre al actor, identificando su expresión con la sinceridad, y el arte con la verdad. No se aspira a una interpretación natural, sino a una interpretación verdadera; no se trata de representar los sentimientos, sino de experimentarlos realmente en la escena con la ayuda de la llamada "memoria emotiva".

En sus últimos años una parálisis progresiva le alejó del escenario, pero continuó su labor como director y pedagogo al frente del Teatro de Arte y del Estudio de Ópera del Teatro Bolshói
 Stanislavski nos deja un gran legado literario, además de dejar numerosas notas y apuntes, que han sido publicados tras su muerte, escribió dos libros: "Mi vida en el arte" y "El trabajo del actor sobre sí mismo". 

En 1957 se publica póstumo su libro "El trabajo del actor sobre el personaje", que aborda la caracterización física de los actores, el vestuario, la expresión corporal, la plasticidad del movimiento, la contención y el control, la dicción y el canto, la acentuación y la expresividad, el ritmo en el movimiento y el lenguaje y la ética teatral, da fe de la riqueza de experiencias, el talento didáctico y el sentido dramático del gran actor y director de escena.
Mantuvo estrechas relaciones con Chéjov, Gorki y en numerosas ocasiones puso en escena las obras de Ibsen, Goldoni y Hauptmann, entre otros autores.
En 1947, siguiendo las enseñanzas de Stanislavski, se fundó en Nueva York el Actor's Studio, la famosa escuela de interpretación dirigida por Lee Strasberg.
En 1917 fue nombrado Miembro de la Academia de Ciencias de San Petersburgo y en 1936 Artista del Pueblo.
Su método que influyó en todos los medios de expresión escénica a nivel internacional se mantiene vigente y es de obligado estudio en todas las esferas de la actuación, nutriendo de conocimiento y profesionalidad a los actores y a los movimientos escénicos.
Con este pequeño homenaje recordamos al maestro de la interpretación Konstantín Stanislavski.