miércoles, 20 de enero de 2016

Homenaje al pernicioso


Dejar de fumar no debe ser solo una intención, debe ser solo una decisión

 Llegaba de haber trabajado toda la madrugada y ya acostado me pedía que le prendiera un cigarro. Así fue como mi querido padre mañanas, tras mañanas, sin saberlo, lograba mi gusto por satisfacer su pedido que derivaba en una conversación que nos ponía al tanto, antes de partir a mis clases en el grado sexto de primaria, de lo sucedido el día anterior. 
Ya en 7mo grado, en las escuelas al campo de 45 días, era moda que los muchachos y muchachas fumaran. Nos sentíamos más “maduros”. Yo tenía un trecho andado, prendía todos los días un cigarro de los que papi fumaba marca Ligeros (largos). Entonces comencé a fumar. Escondiéndome de mi madre que todas las semanas llegaba al campamento a visitarme y a lavarme las ropas, pues aún era muy pequeña, decía, y ahí fue donde me descubrieron los restos de picadura en los bolsillos.

Al final me atrapó el maldito. Un hábito que simula y parece ser elegante. Yo disfrutaba del nocivo vicio. Un café, amigos, una conversación, un baile, un descanso… y no podía faltar, ahí estaba el maléfico.

Campañas, consejos de la familia, hijos, amigos, colegas, todos… Mi asma, mi alergia que tanto daño me hacía. Nada me hizo claudicar. Solo pensaba en que no quería dejar el perjudicial, me sentía bien, me gustaba el acto de prenderlo, absorberlo… y quemarlo. No me concebía haciendo una tertulia y no tener mi cajetilla y mi fosforera, inseparables entonces, como hoy el celular.
Y así entre humo, nicotina y cenizas transcurrieron 38 años de mi vida. 

Llegó el momento en que QUISE dejarlo, sí, no quería; pero entonces quise. Y lo dejé.

Este 8 de enero del 2016 se cumplió 10 años sin fumar. 10 años en que dejé al dañino.
Y hoy, después de pasado unos días, me doy cuenta que pasó la fecha del aniversario y no lo celebré, no la recordé. Nunca antes había omitido una celebración que no disfrutara tanto de su olvido. Es que siento que nunca he fumado.                                                   
“FUMAR DAÑA SU SALUD”