“El que respeta se honra como el
respetado”.
- José Martí
Expresarnos y dirigirnos de
manera correcta hacia cualquier persona en la vida cotidiana, dice, de cada uno
de nosotros, la educación, cultura y sensibilidad que poseemos. Cuanto más
respeto das, más respeto tendrás.
El excesivo uso del tuteo se ha vuelto un tema “viral” en nuestra sociedad
y
ello debe
llevarnos a todos a la reflexión.
Las diferencias entre TÚ y USTED están en la manera en que nos comunicamos con las personas según las normas de cortesía y formalidad.
Las diferencias entre TÚ y USTED están en la manera en que nos comunicamos con las personas según las normas de cortesía y formalidad.
El tú se debe usar cuando la persona es un
amigo, familiar o estemos en situaciones informales y de confianza. El usted con desconocidos, personas
mayores o de jerarquía.
Nos ha dejado una desagradable impresión, por ejemplo, ver cómo un joven enfermero de un hospital infantil, tutea, sin ninguna pizca de respeto, lo mismo a la madre acompañante, que a la doctora que atiende al menor.
Debemos vigilar de no tutear al relacionarnos con personas desconocidas, clientes a los que les ofrecemos un servicio, al dirigirnos a nuestros superiores, maestros, médicos, ancianos, figuras puntuales de nuestra comunidad etc, así como cuidar de no usar expresiones chabacanas de moda, como “puro”, “tío”, “socio” y otros.
Se ha dicho muchas veces, con certeza, que el hogar y la familia es la primera escuela de normas y educación, pero también los maestros lograrían en este aspecto un mejor resultado con la enseñanza diaria y con su ejemplo. Los medios de comunicación y la colectividad deben mantener el cuidado y la vigilancia para respetarnos los unos a los otros.
De nuestro
buen comportamiento haremos una mejor sociedad, a la que todos aspiramos,
creciendo en sabiduría, instrucción y respeto al pueblo, y a las mujeres y
hombres que viven en él.
"El tuteo no nos hace más cercanos sino menos respetuosos".
Nos ha dejado una desagradable impresión, por ejemplo, ver cómo un joven enfermero de un hospital infantil, tutea, sin ninguna pizca de respeto, lo mismo a la madre acompañante, que a la doctora que atiende al menor.
Debemos vigilar de no tutear al relacionarnos con personas desconocidas, clientes a los que les ofrecemos un servicio, al dirigirnos a nuestros superiores, maestros, médicos, ancianos, figuras puntuales de nuestra comunidad etc, así como cuidar de no usar expresiones chabacanas de moda, como “puro”, “tío”, “socio” y otros.
Se ha dicho muchas veces, con certeza, que el hogar y la familia es la primera escuela de normas y educación, pero también los maestros lograrían en este aspecto un mejor resultado con la enseñanza diaria y con su ejemplo. Los medios de comunicación y la colectividad deben mantener el cuidado y la vigilancia para respetarnos los unos a los otros.
"El tuteo no nos hace más cercanos sino menos respetuosos".
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