Raúl Roa García |
Apenas con 17 años me inicié en mi vida
laboral. Cumplía con mi horario de entrada; pero no siempre con el de salida,
el quehacer de la oficina se complicaba diariamente.
Ya tarde, cuando casi todos se habían marchado,
pasaba a saludar a los que nos quedábamos. Risueño, atento, simpático,
preocupado por todo y por todos. Una atención esmerada a sus trabajadores.
Preguntaba cómo nos íbamos para nuestras
casas, nos brindaba un café, alguna cajetilla de cigarros para los que
fumábamos e intercambiaba alguna jarana conmigo por mi edad.
¡Le parecía una niña! La oficina quedaba en el
6to piso y me sentía extremadamente orgullosa y honrada de trabajar
directamente con él, en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Raúl Roa García nació un 18 de abril de 1907
en una familia de buena posición económica. Escritor, político y diplomático.
Fue embajador de Cuba ante la OEA y Ministro de Relaciones Exteriores.
En su etapa juvenil participó en la lucha
contra el gobierno de Gerardo Machado y el de Fulgencio Batista, vinculándose
al Movimiento Revolucionario Estudiantil, dirigido por Julio A. Mella.
Conoció a Rubén Martínez Villena y fue
miembro de la Liga Antiimperialista. Fundador del Directorio Estudiantil
Universitario y del Ala Izquierda. Durante su lucha revolucionaria estuvo
prisionero en varias ocasiones y sufrió también el exilio.
Actuó en disímiles eventos en el exterior
representando a Cuba. En sus actuaciones
como diplomático enfrentó batallas
ante los organismos internacionales y en defensa de la posición y la soberanía
de Cuba.
Por sus funciones en la política exterior y
en todas las tribunas internacionales mereció el sobrenombre de “Canciller de
la Dignidad”.
En aquella famosa reunión de la OEA que tuvo
lugar en San José, Costa Rica en el año 1960, Raúl Roa se retira abruptamente
después de haber denunciado la “camancola” que habían armado allí los
americanos contra Cuba, para condenarla y preparar el terreno para la invasión
de Playa Girón.
Se levantó airadamente y dijo: “Me voy, y
conmigo se van los pueblos de América”. Y la delegación cubana salió cantando
el Himno Nacional, fue una cosa tremenda.
Aquello tuvo un gran apoyo del pueblo de
Costa Rica. Luego se supo que cuando se retiraba un periodista le dijo: -Usted
es el Canciller de la Dignidad Latinoamericana. Después se publicó y a partir
de ahí todos le dijeron para siempre el Canciller de la Dignidad.
En abril de 1961 denunciaba ante las
Naciones Unidas el ataque mercenario de Estados Unidos por Playa Girón: “Yo
acuso, solemnemente al Gobierno de los Estados Unidos ante la Comisión Política
y de Seguridad de las Naciones Unidas y la conciencia pública internacional, de
haber desatado contra Cuba una guerra de invasión para apoderarse de sus
recursos, tierras, fábricas y transportes y retrotraerla a su oprobiosa condición
de satélite del imperialismo norteamericano".
Haciendo gala de todo su talento y su verbo
continuó denunciando ante ese organismo: "Un clamor unánime estremece hoy
a toda Cuba, resuena en nuestra América y repercute en Asia, África y Europa.
Mi pequeña y heroica patria está reeditando la clásica pugna entre David y
Goliat”.
“Soldado de esa noble causa en el frente de batalla
de las relaciones internacionales -se autoproclamaba- permitidme que yo difunda
ese clamor en el severo areópago de las Naciones Unidas. ¡Patria o Muerte!,
¡Venceremos!"
Un día como hoy, 6 de julio, pero de 1982
falleció nuestro canciller Raúl Roa García. En aquel momento se le rindió
homenaje póstumo en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, lugar donde
siempre defendió la justicia social.
El pueblo cubano y todos los pueblos de
América siempre recordarán a este gran hombre que supo defender los intereses
de Latinoamérica, la justicia y la verdad en cualquier estrado donde se
encontrara.
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