Estos sindicalistas fueron ejecutados en
Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución
de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga
iniciada el 1 de mayo de 1886.
Ese día, 200 000 trabajadores iniciaron la
huelga mientras que otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza
de paro.
En Chicago, donde las condiciones de los
trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones
se extendieron hasta el 3 de mayo.
Relato
de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación
de Buenos Aires (Argentina):
“...salen de sus celdas. Se dan la mano,
sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las
manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…”
manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…”
El Crimen de Chicago costó la vida de muchos
trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron
miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos
de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos.
de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos.
Este primero de mayo del 2014 por primera
vez mi rodilla derecha, importante e imprescindible no me dejará marchar junto
a mis compatriotas por las calles de la Plaza de la Revolución, a la que puedo
observar desde mi ventana y a donde siempre estuve presente en todos los
eventos.
Pero estaré como todos, participando en el
Primero de Mayo, desde la esquina de la casa, desde donde puedo sentir el
retumbar de las pisadas de los marchantes.
Hoy estaré con mis compatriotas compartiendo
el sentir de esta fecha histórica y los veré pasar y disfrutaré, como todos en
el mundo entero la satisfacción de aportar un granito a la reivindicación de
los Mártires de Chicago, muertos por luchar para tener la Jornada laboral de 8
horas, que hoy disfrutamos todos.
Viva el
Día Internacional de los trabajadores!!!!
Carmita acepta ser bloguera en la pagina web del Periódico, estan muy buenos los trabajos, estas muy bien en redacción y contenido, muchos besitos
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