“… solo hay dos campos en estas tierras
nuestras, solamente hay dos posiciones, solamente hay dos caminos, estamos con la Revolución o estamos
contra la Revolución. Y
sabemos que el pueblo cubano está con la Revolución”.
–
Camilo Cienfuegos
Nació en la barriada
de Lawton el 6 de febrero
de 1932.
Combatiente revolucionario, guerrillero, expedicionario del Yate Granma.
Fiel a Fidel y a la
Revolución. Amigo inseparable de Ernesto Che Guevara. Se ganó el título de Héroe de Yaguajay
y Señor de la Vanguardia que
le otorgó su pueblo.
Cada 28 de octubre
el pueblo cubano le rinde homenaje al querido Comandante Camilo Cienfuegos lanzando flores al
mar y a los ríos de toda Cuba, un gesto
muy hermoso como muestra de tributo a su vida y a su obra.
Hoy quiero dejar un pequeño homenaje con
algunas anécdotas y valoraciones sobre su vida y su carácter.
Camilo es,
sencillamente, un hombre del pueblo, que salió del pueblo... Es verdad que
difícilmente vuelvan a presentarse las circunstancias históricas, la cosa
excepcional que produjo un hombre con las proezas que hizo Camilo Cienfuegos;
es difícil que vuelvan a producirse esas condiciones, pero que en el pueblo hay
muchos Camilos, eso es lo que tiene que pensar el pueblo; que en cualquier
cooperativa de campesinos, en cualquier centro de trabajo, en cualquier
montaña, en cualquier lugar de la nación, se puede encontrar un hombre
desconocido, un hombre humilde, que el día de mañana tenga que defender su
patria, tenga que alzarse contra los que intenten apoderarse u oprimir a
nuestra patria; y entonces salgan a relucir en ellos las cualidades que un día
salieron a relucir en hombres como Camilo...
El consuelo que
debe tener nuestro pueblo es que en el pueblo hay muchos Camilos, y Camilo
seguirá viviendo en hombres como él y seguirá viviendo en hombres que se
inspiren en él, porque lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo
es que cada vez que la patria se encuentre en una situación difícil, que cada
vez que la patria se encuentre en un momento de peligro, se acuerde de Camilo;
cada vez que el pueblo vea momentos difíciles, cada vez que los hombres
jóvenes, los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano,
crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de
Camilo, se acuerde de lo que hizo él, se acuerde de cómo nunca, ante los
momentos aquellos difíciles, perdió la fe... y el consuelo del pueblo es que
Camilo surgió del pueblo y que en el pueblo hay muchos Camilos...
- (Fidel Castro,
noviembre de 1959 por televisión informando la desaparición de Camilo)
Fidel y Camilo |
No olvido que mañana domingo se cumplen 48 años de la desaparición de
Camilo Cienfuegos en el mar, el 28 de octubre de 1959, cuando regresaba a la Capital en una avioneta
desde la provincia de Camagüey, donde días antes su sola presencia desarmó una
guarnición de combatientes humildes del Ejército Rebelde, cuyos jefes, de
ideología burguesa, pretendían hacer lo que casi medio siglo después demanda
Bush: alzarse en armas contra la
Revolución.
El Che, en una bella introducción a su libro La guerra de guerrillas,
afirma: "Camilo fue el compañero de 100 batallas... el luchador abnegado
que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y
forjar el de la tropa... él le dio a la armazón de letras aquí expuesta la
vitalidad esencial de su temperamento, de su inteligencia y de su audacia, que
solo se logran en tan exacta medida en ciertos personajes de la Historia."
-Reflexiones del Comandante en Jefe el 29 de
octubre de 2007
Camilo era hombre que amaba las tareas difíciles;
pudiéramos decir que era un hombre que amaba las dificultades, que sabía
enfrentarse a ellas y era capaz de realizar proezas en las más increíbles
circunstancias.
Camilo estaba muy claro sobre lo que significaba
revolución: no en balde tenía antecedentes revolucionarios en su familia, no en
balde fue trabajador humilde, no en balde bebió desde la cuna las ideas
revolucionarias, no en balde tenía un tremendo temperamento revolucionario, no
en balde tenía un gran alma revolucionaria.
- Fidel en el XXX aniversario de la
desaparición física, el 28 de octubre de 1989
Che y Camilo |
“Lo que a nosotros —los
que recordamos a Camilo como una cosa, como un ser vivo— siempre nos atrajo
más, fue, lo que también a todo el pueblo de Cuba atrajo, su manera de ser, su carácter,
su alegría, su franqueza, su disposición de todos los momentos a ofrecer su
vida, a pasar los peligros más grandes con una naturalidad total, con una
sencillez completa, sin el más mínimo alarde de valor, de sabiduría, siempre
siendo el compañero de todos, a pesar de que ya al terminar la guerra, era, indiscutiblemente,
el más brillante de todos los guerrilleros”.
- Ernesto Che Guevara en el quinto
aniversario de su desaparición
Si inventáramos un nombre Camilo es una
figura legendaria, es la idea que yo tengo de Camilo, hasta de su mismo nombre nada
común, lleno de fuerza y de poesía al mismo tiempo. Si nosotros inventáramos un
nombre para un personaje de leyenda le podríamos poner el nombre de Camilo
Cienfuegos.
La misma muerte de
Camilo, perdido en el mar, la manera de conmemorarla, echando una flor al agua
y todas aquellas, sus hazañas, son acciones de leyenda.
- Narrado por Vilma Espín, guerrillera
El viaje no es muy
largo, pero el mulo en que pienso hacer el regreso es vago y bruto como no hay
dos, cuando vine tuve que apearme tres veces a empujarlo, y eso que era loma
abajo.
Ahora que es loma
arriba tendré que echármelo a cuesta, como si fuera la mochila.
- De una carta de Camilo a sus padres
Camilo con sus padres |
Reconozco que
alguna vez fui injusto. Por ejemplo, el día que me comunicaron que Camilo había
mordido a una conserje de kindergarten. Lo llamé, Le expliqué lo que pasaba. Él
no dijo ni esta boca es mía. Un mes lo tuve de penitencia. Después supe accidentalmente,
que no había sido él sino un compañero al que quería mucho. Pero aguantó el
castigo: yo, que sentía lástima cuando hizo dos o tres trastadas, le decía: “Te
las perdono, a cuenta del castigo que cumpliste sin haberlo merecido.”
- Narrado por Ramón Cienfuegos
Era el segundo
domingo de mayo y en el campamento rebelde del comandante Camilo Cienfuegos se
planificaban las próximas acciones en el llano para batir a la tiranía.
Dos jóvenes se le
acercan, son muchachos de la zona que se han unido al movimiento en los montes.
- Comandante,
¿usted podría darnos un permiso para llegarnos a ver a nuestras madres?
- Bien, pueden ir,
pero no tarden...
- Enseguida,
Comandante... --y dieron la espalda para retirarse. Camilo, como un relámpago, volvió
a detenerlos.
- Un momento...
¿qué les llevan?
Los jóvenes se
miraron.
- Nada...
- ¿Y cómo piensan
ustedes ver a sus madres sin llevarles nada... No, y no… cojan estos veinte pesos,
repártanlo y llévenles algo.
- Narrado por Antonio, Ñico, Cervantes, enlace de la columna con la
ciudad
La primera vez que
William Gálvez vio a Camilo fue en el Hombrito. El guerrillero ya legendario venía
a la “consulta” de Ernesto. Fue también la primera jarana que le escuchara.
Estaba risueño y comentó su preocupación de extraerse una muela con el Che.
- ¿Cómo es posible --comentó
William-- si el Che es médico y seguro no te va a doler?
- No, no es porque
me duela, sino porque ese “matasanos” de seguro me saca una buena y no la mala.
- Narrado por William Gálvez, guerrillero invasor, autor de varios
libros sobre la vida de Camilo
El Che visitaba la
zona de Yaguajay para discutir con Camilo los pasos a seguir. La presencia del legendario
guerrillero argentino provocó la lógica curiosidad y muchos pobladores del
lugar se acercaron para verlo; se asomaban por todos lados.
En medio de la
conversación, antes de iniciar la reunión que sería privada, Camilo, al notar
la curiosidad de los campesinos, le comentó a Ernesto Guevara:
- Ya sé a lo que me
voy a dedicar cuando triunfemos: Te voy a meter en una jaula y recorrer el país
cobrando cinco kilos la entrada para verte. ¡Me hago rico!
- De la memoria popular
Camilo y Fidel en la pelota |
Después
del triunfo de la revolución, Fidel y Camilo, los inseparables guerrilleros,
acudían con regularidad a los encuentros de pelota, algunas veces como
espectadores y otras como activos participantes. En una ocasión en que ambos
acudieron al estadio del Cerro para participar en un desafío que se
desarrollaría esa noche, surgió la idea de que en las dos novenas jugaran los
guerrilleros en una división que daría al juego mucha viveza.
Camilo,
acariciando su amplia barba oía la proposición y mascaba fuertemente su tabaco,
mientras exhalaba el humo con vigor. Cuando concluyeron de explicarle la idea,
respondió como un rayo: “¿Qué integre una novena contra Fidel? ¡Qué va! ¡Contra
Fidel yo no estoy ni en juego!”
Ese día
mientras Fidel ocupaba el montículo de los lanzadores, en la novena de Los
Barbudos, Camilo le atrapaba sus líneas como receptor.
- De la memoria popular
Camilo y un grupo
de compañero nos trasladamos a mi casa, que era la de mis padres. Muy próximo a
comenzar Fidel su comparecencia por televisión, mi madre nos preparó comida a todos,
y siguiendo la costumbre invitó a pasar al comedor. Camilo, muy cortésmente le
dijo:
- ¿Usted no se pone
brava, mi vieja, si nos llevamos los platos para la sala para poder escuchar a Fidel?
Mi madre respondió
con una sonrisa --ella tampoco quería dejar de oírlo--- y todos nos llevamos
los platos para la sala y nos pusimos a oír a Fidel, que estaba a punto de
comenzar.
En medio de la
intervención del Comandante en Jefe sonó el timbre del teléfono: era una llamada
local de un compañero que quería hablar con Camilo. Camilo se puso de pie, con
rostro serio, y después de escuchar brevemente preguntó qué estaba haciendo. No
sé lo que le contestaron, pero jamás podré olvidar la respuesta de Camilo:
- Cuando Fidel está
hablando lo único que debe hacer un revolucionario es oírlo.
- Narrado por
Jorge Enrique Mendoza, guerrillero, fundador de Radio Rebelde
Camilo acostumbraba
a hacerle bromas a todo el mundo, así que todos estábamos siempre un poco en
guardia con él... eran bromas realmente infantiles, que hacían reír.
En los primeros
tiempos, en el año 1959, cuando vivíamos en Ciudad Libertad, se celebraban en la
habitación de Raúl y mía muchas reuniones.
Cuando Camilo
salía, y como ya lo conocíamos, teníamos que registrarlo porque acostumbraba a
llevarse, por broma, un montón de cosas en los bolsillos, y me dejaba las
almohadas pintadas de corazones y con letreritos de las cosas que se habían
estado conversando.
-
Narrado por Vilma Espín
Hoy colmaremos los mares y ríos de toda Cuba
con flores de todos los colores y la sonrisa de amor y respeto al Camilo de todos,
a Camilo del pueblo.
Flores para Camilo |
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