martes, 28 de octubre de 2014

Camilo del pueblo



“… solo hay dos campos en estas tierras nuestras, solamente hay dos posiciones, solamente hay dos caminos, estamos con la Revolución o estamos contra la Revolución. Y sabemos que el pueblo cubano está con la Revolución”.
 – Camilo Cienfuegos

Nació en la barriada de Lawton el 6 de febrero de 1932. Combatiente revolucionario, guerrillero, expedicionario del Yate Granma. Fiel a Fidel y a la Revolución. Amigo inseparable de Ernesto Che Guevara. Se ganó el título de Héroe de Yaguajay y Señor de la Vanguardia que le otorgó su pueblo.

Cada 28 de octubre el pueblo cubano le rinde homenaje al querido Comandante Camilo Cienfuegos lanzando flores al mar y a los ríos de toda Cuba, un gesto muy hermoso como muestra de tributo a su vida y a su obra.
Hoy quiero dejar un pequeño homenaje con algunas anécdotas y valoraciones sobre su vida y su carácter.

Camilo es, sencillamente, un hombre del pueblo, que salió del pueblo... Es verdad que difícilmente vuelvan a presentarse las circunstancias históricas, la cosa excepcional que produjo un hombre con las proezas que hizo Camilo Cienfuegos; es difícil que vuelvan a producirse esas condiciones, pero que en el pueblo hay muchos Camilos, eso es lo que tiene que pensar el pueblo; que en cualquier cooperativa de campesinos, en cualquier centro de trabajo, en cualquier montaña, en cualquier lugar de la nación, se puede encontrar un hombre desconocido, un hombre humilde, que el día de mañana tenga que defender su patria, tenga que alzarse contra los que intenten apoderarse u oprimir a nuestra patria; y entonces salgan a relucir en ellos las cualidades que un día salieron a relucir en hombres como Camilo...
El consuelo que debe tener nuestro pueblo es que en el pueblo hay muchos Camilos, y Camilo seguirá viviendo en hombres como él y seguirá viviendo en hombres que se inspiren en él, porque lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo es que cada vez que la patria se encuentre en una situación difícil, que cada vez que la patria se encuentre en un momento de peligro, se acuerde de Camilo; cada vez que el pueblo vea momentos difíciles, cada vez que los hombres jóvenes, los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano, crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de Camilo, se acuerde de lo que hizo él, se acuerde de cómo nunca, ante los momentos aquellos difíciles, perdió la fe... y el consuelo del pueblo es que Camilo surgió del pueblo y que en el pueblo hay muchos Camilos...
 - (Fidel Castro, noviembre de 1959 por televisión informando la desaparición de Camilo) 

Fidel y Camilo
No olvido que mañana domingo se cumplen 48 años de la desaparición de Camilo Cienfuegos en el mar, el 28 de octubre de 1959, cuando regresaba a la Capital en una avioneta desde la provincia de Camagüey, donde días antes su sola presencia desarmó una guarnición de combatientes humildes del Ejército Rebelde, cuyos jefes, de ideología burguesa, pretendían hacer lo que casi medio siglo después demanda Bush: alzarse en armas contra la Revolución.
El Che, en una bella introducción a su libro La guerra de guerrillas, afirma: "Camilo fue el compañero de 100 batallas... el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa... él le dio a la armazón de letras aquí expuesta la vitalidad esencial de su temperamento, de su inteligencia y de su audacia, que solo se logran en tan exacta medida en ciertos personajes de la Historia."
 -Reflexiones del Comandante en Jefe el 29 de octubre de 2007
   
Camilo era hombre que amaba las tareas difíciles; pudiéramos decir que era un hombre que amaba las dificultades, que sabía enfrentarse a ellas y era capaz de realizar proezas en las más increíbles circunstancias.
Camilo estaba muy claro sobre lo que significaba revolución: no en balde tenía antecedentes revolucionarios en su familia, no en balde fue trabajador humilde, no en balde bebió desde la cuna las ideas revolucionarias, no en balde tenía un tremendo temperamento revolucionario, no en balde tenía un gran alma revolucionaria.
- Fidel en el XXX aniversario de la desaparición física, el 28 de octubre de 1989
 
Che y Camilo
“Lo que a nosotros —los que recordamos a Camilo como una cosa, como un ser vivo— siempre nos atrajo más, fue, lo que también a todo el pueblo de Cuba atrajo, su manera de ser, su carácter, su alegría, su franqueza, su disposición de todos los momentos a ofrecer su vida, a pasar los peligros más grandes con una naturalidad total, con una sencillez completa, sin el más mínimo alarde de valor, de sabiduría, siempre siendo el compañero de todos, a pesar de que ya al terminar la guerra, era, indiscutiblemente, el más brillante de todos los guerrilleros”.
- Ernesto Che Guevara en el quinto aniversario de su desaparición

Si inventáramos un nombre Camilo es una figura legendaria, es la idea que yo tengo de Camilo, hasta de su mismo nombre nada común, lleno de fuerza y de poesía al mismo tiempo. Si nosotros inventáramos un nombre para un personaje de leyenda le podríamos poner el nombre de Camilo Cienfuegos.
La misma muerte de Camilo, perdido en el mar, la manera de conmemorarla, echando una flor al agua y todas aquellas, sus hazañas, son acciones de leyenda.
- Narrado por Vilma Espín, guerrillera

El viaje no es muy largo, pero el mulo en que pienso hacer el regreso es vago y bruto como no hay dos, cuando vine tuve que apearme tres veces a empujarlo, y eso que era loma abajo.
Ahora que es loma arriba tendré que echármelo a cuesta, como si fuera la mochila.
- De una carta de Camilo a sus padres

Camilo con sus padres
Reconozco que alguna vez fui injusto. Por ejemplo, el día que me comunicaron que Camilo había mordido a una conserje de kindergarten. Lo llamé, Le expliqué lo que pasaba. Él no dijo ni esta boca es mía. Un mes lo tuve de penitencia. Después supe accidentalmente, que no había sido él sino un compañero al que quería mucho. Pero aguantó el castigo: yo, que sentía lástima cuando hizo dos o tres trastadas, le decía: “Te las perdono, a cuenta del castigo que cumpliste sin haberlo merecido.”
- Narrado por Ramón Cienfuegos

Era el segundo domingo de mayo y en el campamento rebelde del comandante Camilo Cienfuegos se planificaban las próximas acciones en el llano para batir a la tiranía.
Dos jóvenes se le acercan, son muchachos de la zona que se han unido al movimiento en los montes.
- Comandante, ¿usted podría darnos un permiso para llegarnos a ver a nuestras madres?
- Bien, pueden ir, pero no tarden...
- Enseguida, Comandante... --y dieron la espalda para retirarse. Camilo, como un relámpago, volvió a detenerlos.
- Un momento... ¿qué les llevan?
Los jóvenes se miraron.
- Nada...
- ¿Y cómo piensan ustedes ver a sus madres sin llevarles nada... No, y no… cojan estos veinte pesos, repártanlo y llévenles algo.
- Narrado por Antonio, Ñico, Cervantes, enlace de la columna con la ciudad


La primera vez que William Gálvez vio a Camilo fue en el Hombrito. El guerrillero ya legendario venía a la “consulta” de Ernesto. Fue también la primera jarana que le escuchara. Estaba risueño y comentó su preocupación de extraerse una muela con el Che.
- ¿Cómo es posible --comentó William-- si el Che es médico y seguro no te va a doler?
- No, no es porque me duela, sino porque ese “matasanos” de seguro me saca una buena y no la mala.
- Narrado por William Gálvez, guerrillero invasor, autor de varios libros sobre la vida de Camilo

El Che visitaba la zona de Yaguajay para discutir con Camilo los pasos a seguir. La presencia del legendario guerrillero argentino provocó la lógica curiosidad y muchos pobladores del lugar se acercaron para verlo; se asomaban por todos lados.
En medio de la conversación, antes de iniciar la reunión que sería privada, Camilo, al notar la curiosidad de los campesinos, le comentó a Ernesto Guevara:
- Ya sé a lo que me voy a dedicar cuando triunfemos: Te voy a meter en una jaula y recorrer el país cobrando cinco kilos la entrada para verte. ¡Me hago rico!
- De la memoria popular

Camilo y Fidel en la pelota
Después del triunfo de la revolución, Fidel y Camilo, los inseparables guerrilleros, acudían con regularidad a los encuentros de pelota, algunas veces como espectadores y otras como activos participantes. En una ocasión en que ambos acudieron al estadio del Cerro para participar en un desafío que se desarrollaría esa noche, surgió la idea de que en las dos novenas jugaran los guerrilleros en una división que daría al juego mucha viveza.
Camilo, acariciando su amplia barba oía la proposición y mascaba fuertemente su tabaco, mientras exhalaba el humo con vigor. Cuando concluyeron de explicarle la idea, respondió como un rayo: “¿Qué integre una novena contra Fidel? ¡Qué va! ¡Contra Fidel yo no estoy ni en juego!”
Ese día mientras Fidel ocupaba el montículo de los lanzadores, en la novena de Los Barbudos, Camilo le atrapaba sus líneas como receptor.
- De la memoria popular

Camilo y un grupo de compañero nos trasladamos a mi casa, que era la de mis padres. Muy próximo a comenzar Fidel su comparecencia por televisión, mi madre nos preparó comida a todos, y siguiendo la costumbre invitó a pasar al comedor. Camilo, muy cortésmente le dijo:
- ¿Usted no se pone brava, mi vieja, si nos llevamos los platos para la sala para poder escuchar a Fidel?
Mi madre respondió con una sonrisa --ella tampoco quería dejar de oírlo--- y todos nos llevamos los platos para la sala y nos pusimos a oír a Fidel, que estaba a punto de comenzar.
En medio de la intervención del Comandante en Jefe sonó el timbre del teléfono: era una llamada local de un compañero que quería hablar con Camilo. Camilo se puso de pie, con rostro serio, y después de escuchar brevemente preguntó qué estaba haciendo. No sé lo que le contestaron, pero jamás podré olvidar la respuesta de Camilo:
- Cuando Fidel está hablando lo único que debe hacer un revolucionario es oírlo.
- Narrado por Jorge Enrique Mendoza, guerrillero, fundador de Radio Rebelde

Camilo acostumbraba a hacerle bromas a todo el mundo, así que todos estábamos siempre un poco en guardia con él... eran bromas realmente infantiles, que hacían reír.
En los primeros tiempos, en el año 1959, cuando vivíamos en Ciudad Libertad, se celebraban en la habitación de Raúl y mía muchas reuniones.
Cuando Camilo salía, y como ya lo conocíamos, teníamos que registrarlo porque acostumbraba a llevarse, por broma, un montón de cosas en los bolsillos, y me dejaba las almohadas pintadas de corazones y con letreritos de las cosas que se habían estado conversando.
-   Narrado por Vilma Espín



Hoy colmaremos los mares y ríos de toda Cuba con flores de todos los colores y la sonrisa de amor y respeto al Camilo de todos, a Camilo del pueblo.
Flores para Camilo


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