“... toda universidad ha de ser, no madre arcaica, que de un pecho da griego y
protoplasma de otro, sino seno moral, que críe, a leche fresca, hombres
felices”.
- José Martí
Es imposible pasar por delante
de esa insigne escalinata y no sentir un gran deseo de subirla y un profundo
orgullo cubano. Es ilusorio no quedar atrapado por la imponente fortaleza y
belleza que a la primera impresión te resulta la escultura Alma Mater, que en
lo alto de la colina, te abre sus brazos en bello gesto de acogida.
O sentir la añoranza de aquellos
momentos, en que, junto a compañeros de juventud participamos en una marcha, compartimos
una concentración, cantamos y vibramos ante un concierto, o simplemente, en
algún instante, ser un humilde testigo cuando una pareja de novios depositaba
su ramo de flores ante el busto de Mella, que situado en el parque que antecede
el recinto, forma parte de su historia y de su lucha.
La UH es una institución,
perteneciente al Ministerio de Educación
Superior (MES), que acumula una gran riqueza histórica y científica. Muchos y
diversos han sido los graduados durante sus largos años de existencia, y que la
ha hecho merecedora del reconocimiento, tanto nacional como internacionalmente,
por la calidad de su enseñanza y los altos grados científicos que ha formado en
sus aulas.
La
Universidad de La Habana se fundó el 5 de enero de 1728 por
los frailes dominicos de la Orden de Predicadores en el Convento de San Juan de
Letrán y fue la primera universidad de Cuba, la Real y Pontificia Universidad
de San Gerónimo de La Habana. Es la universidad más antigua de Cuba y una de
las primeras de América.
La mayoría de su
arquitectura es ecléctica con componente neoclásico, como símbolo de
modernidad. Muchas de sus facultades, a las que su acceso es por pequeñas
escalinatas, parecen un templo grecorromano, que al ejecutarlos, aunque en
tiempos diferentes, se mantuvo una similitud.
En su primera etapa fue
nombrado al fray Tomás Linares del Castillo como su primer rector el que
estaría al frente de las primeras facultades: Artes y Filosofía, Teología,
Cánones, Leyes y Medicina.
En enero de 1733 se
presentaron los primeros estatutos de la institución y no fue hasta agosto de
1735 que no entraron en vigor. Ellos establecían que la dirección se debía
constituir por un rector, un vicerrector, cuatro conciliarios, un maestro de
ceremonias y un secretario. Y las elecciones para estos cargos se harían anualmente.
En este primer tiempo se destacó el importante catedrático Tomás Romay, autor
de notables indagaciones en el campo de la medicina y la biología.
La Universidad de San
Gerónimo de la Habana pasó a ser una institución laica después de un proceso de
reformas, y cambia su nombre en 1850 por el de Real y Literaria Universidad de
La Habana. En esta segunda época funda y rige el Museo de Historia Natural y el
Jardín Botánico Nacional, desarrollando de esta manera el desarrollo científico
de la misma. Contaba en ese momento con las facultades de Jurisprudencia,
Medicina, Cirugía y Farmacia.
En estos primeros tiempos
pasaron pos sus aulas destacadas figuras como Carlos Manuel de Céspedes,
Antonio Bachiller y Morales, Felipe Poey, Francisco de Arango y Parreño que
ayudaron a formar un pensamiento nacional y que llevaron a las nuevas
generaciones a implicarse en ideas revolucionarias.
El asesinato de ocho
estudiantes de medicina en 1871 acusados con pruebas y testimonios falsos
constituyó un hecho trascendental que llega hasta nuestros tiempos. Hoy, los
estudiantes universitarios junto a todo el pueblo de Cuba rinden sentido
homenaje a aquellos mártires. En estos días los hemos vuelto a recordar con
profunda tristeza viendo las conmovedoras escenas de la película cubana Inocencia.
Otro acto importante de aquellos
tiempos fue la graduación de la primera mujer, Mercedes Riba, el 23 de
septiembre de l885.
En 1899 se le dio facultades
al rector para resolver todos los problemas que la administración española
había dejado en la Universidad. Se iniciaba la tercera etapa, convirtiéndose
entonces en Universidad de La Habana.
En este período se aplican
en el centro las más modernas ideas docentes de la época llevando a cabo el
Plan Varona, programa encaminado a reformar la enseñanza secundaria y
universitaria en nuestro país durante la ocupación militar de Estados Unidos, y
que le fuera encargado a Enrique José Varona por el gobernador militar de Cuba,
Leonardo Wood. Y sobre el objetivo del mismo expresó Varona: “…buscaba un
cambio radical tanto en la manera de enseñar y de aprender como en las materias
de estudio y enseñanza”. “He pensado que
nuestra enseñanza debe cesar de ser verbal y retórica para convertirse en
objetiva y científica”.
El 1 de mayo de 1902 comenzó
el traslado de la Universidad a la Colina de Aróstegui, conocida también como
la "Loma de la pirotecnia", y ubicada en el Vedado pues las
condiciones estructurales del edificio de San Juan de Letrán no eran las
mejores.
En este tercer período
ocurren hechos transcendentales para la historia universitaria. Se funda la
Federación Estudiantil Universitaria, el pronunciamiento de los discursos de
José Antonio Echeverría, el descenso por la escalinata de la Generación del
Centenario en su histórica Marcha de las Antorchas y el valor demostrado por
sus estudiantes, son algunos de los sucesos que marcan su tradición.
La
Federación Estudiantil Universitaria fue fundada en diciembre de 1922 por Julio
Antonio Mella. Las primeras manifestaciones estudiantiles en el ámbito
universitario, tuvieron un carácter puramente docente, y luego fueron por la
liberación nacional.
Un significativo número de estudiantes de la UH tomó parte activa en las luchas
estudiantiles. El pensamiento martiano y el pensamiento marxista coinciden en el
movimiento de lucha y reforma universitaria. Hay que destacar la figura de su
gran impulsor, y más tarde fundador del Partido Comunista, Julio Antonio Mella,
que convencido de que no había reforma universitaria sin revolución se entrega
a la lucha.
Se crea el primer Directorio Estudiantil Universitario, iniciando así una
forma de expresión política autónoma de los estudiantes. Uno de sus fundadores fue
Antonio Guiteras, figura destacada del movimiento
revolucionario de los años 30. El joven dirigente político revolucionario
realizó algunas acciones armadas urbanas y rurales contra Machado y planificó
un plan de asalto al Cuartel Moncada, también sostuvo una intensa lucha contra
Grau y otros elementos de derecha que fueron adoptando posiciones cada vez más
reaccionarias, y contra Batista, en aquel entonces jefe de las Fuerzas Armadas.
Antes del golpe de Batista, el 10 de marzo de 1952, el movimiento
estudiantil de la Universidad, había transitado por una profunda crisis debido
a la corrupción y politiquería de sus dirigentes, y algunos estudiantes se opusieron
a esa situación imperante y trataron de rescatarlo y depurarlo para colocarlo a
la altura de sus tradiciones de lucha, transformándolo en el principal
escenario de lucha política contra Batista. Aunque en ese momento el Movimiento
Estudiantil era muy diverso ideológicamente, la antipatía hacia el régimen
batistiano es el factor principal para agruparse.
José
Antonio Echeverría, un joven de carácter alegre y valor temerario, asume, en
1954, la secretaría general de la FEU, entrando la organización en un nuevo ciclo
de esplendor, a la altura de la de Mella y sus sucesores. José Antonio gozaba
de popularidad y admiración entre sus compañeros por su integridad y valentía.
Sus acciones en combate frontal contra la tiranía imperante, pasaron a la
historia de nuestro país y del movimiento estudiantil cubano y la Federación
Estudiantil Universitaria hasta su prematura muerte, en los sucesos del 13 de
marzo de 1957, día en que se intentó ajusticiar al tirano Batista en su propia
madriguera, como leería en histórica alocución al pueblo de Cuba, minutos antes
de caer acribillado a balazos en las cercanías de la escalinata universitaria,
escenario principal de sus luchas.
“Esta
universidad de hoy, este estudiantado, estas filas nutridas de jóvenes aquí
presentes, nos están diciendo que tenemos derecho a sentirnos satisfechos un
día como hoy, y que estamos honrando de manera digna, de la única manera digna
con que se puede honrar a los muertos, así estamos honrando a José Antonio
Echeverría y a todos los que cayeron aquel 13 de marzo…” (Discurso de Fidel Castro
el
13 de marzo de 1962, en la Universidad de La Habana).
A los
estudiantes universitarios les ha correspondido el privilegio de marchar siempre
a la vanguardia; con anterioridad al triunfo revolucionario en 1959 levantaron
su voz para denunciar crímenes y atropellos. Hoy, responsables de la historia
de su propio movimiento estudiantil garantizan la continuidad de sus luchas y
conquistas.
En
1928 La Habana fue sede de la VI Conferencia Panamericana a la que asistirían
mandatarios y representantes de países del continente americano, entre ellos el presidente estadounidense
Calvin Coolidge, por este motivo el presidente Gerardo Machado inauguró varias
obras, entre ellas la escalinata de la Universidad de La Habana, que estaba
pendiente de ejecutarse y que se inaugura el 17 de enero
de 1928.
Comienza en la explanada que está frente al edificio del rectorado y termina en
la calle San Lázaro. Consta de 88 escalones y 4
tramos de descanso.
En 1933 el Gobierno de los
Cien Días, presidido por Ramón Grau San Martín le concedió la autonomía
universitaria, dándole cumplimiento a una de las demandas de los estudiantes
desde que se iniciara la reforma en 1923 por Julio Antonio Mella.
Después del Triunfo de la
Revolución de 1959 se reabrieron las puertas de la Universidad de La Habana,
que estuvieron cerradas por 3 años. A partir de entonces todo el pueblo tiene
acceso a la enseñanza en ese recinto y con la Reforma Universitaria de 1962 se
depura al estudiantado y al claustro seguidor de la dictadura de Fulgencio
Batista. Asimismo se pone la ciencia en
el eje de la enseñanza universitaria.
A partir de sus objetivos en la enseñanza
superior de la Isla nacieron el Instituto Superior Politécnico José Antonio
Echeverría, el de Ciencias Médicas, el Superior Pedagógico, el de Ciencias
Agropecuarias y las ciencias agropecuarias de Pinar del Río y Matanzas. También
los programas de doctorado y otra generación de estudiantes universitarios que
le dieron un sitial en la historia.
Consta
de 18 facultades, 5 filiales y 20 centros de investigación en diferentes campos,
cátedras, museos y publicaciones. Ofrece un Bachiller en Ciencias y un Técnico
Medio en Lengua China, en el Instituto Confuccio adscrito a la Universidad de
La Habana, 23 programas de doctorados y 68 de maestrías. Posee convenios de
intercambio académico con muchas universidades extranjeras y cubanas,
firmándose 398 convenios internacionales y la pertenencia a 43 redes académicas
y científicas. Cuenta con una matrícula superior a los 24 247 estudiantes
distribuidos en 32 carreras y 4 081 profesores, de los cuales 693 son Doctores
en Ciencias y 340 son máster. Ha formado alrededor de 1560 jóvenes de países
del tercer mundo, representando a 65 naciones.
Algunos
nombres de rectores que dirigieron la UH: Juan Marinello, que fue su primer
rector tras el triunfo revolucionario en 1959, José Millar Barruecos, Hermes
Herrera, José Eustaquio Remedios, Fernando Rojas Ávalos, Armando Pérez, Juan
Vela Valdés, Rubén Zardoya, Gustavo Cobreiro, por último, en el reciente 2018,
fue nombrada la doctora Miriam Nicado García siendo la primera mujer en asumir
dicha responsabilidad.
Foto: Roberto Chile |
Honor merece el paso por la
UH del guía de la Revolución Cubana Fidel Castro. Ingresó a la Facultad de
Derecho en 1945 y allí profundizó su formación política y de hombre de leyes que
materializó para Cuba y el mundo, defendiendo las causas justas en el bufete
ubicado en Tejadillo 57, en La Habana Vieja, donde ejerció como abogado entre
1950 y 1952; y sirviéndole para pronunciar su histórico alegato de autodefensa
conocido como La Historia me Absolverá, que valió para iniciar nuevas e
importantes medidas en beneficio social para el pueblo cubano, así como en los
escenarios internacionales al desarrollo y la paz de los pueblos más
desfavorecidos y la integración regional. La Universidad le sirvió además de
tribuna para dirigirse siempre a los jóvenes.
Su legado queda históricamente en la
cátedra dedicada al estudio de su pensamiento y su obra, en las imágenes que prueban
su paso por la insigne institución, y sobre todo, en los estudiantes,
continuadores de sus ideales.
Mostró su ejemplo y convicción cuando
dijo: “Fue un privilegio ingresar en esta universidad también, sin duda, porque
aquí aprendí mucho, y porque aquí aprendí quizás las mejores cosas de mi vida;
porque aquí descubrí las mejores ideas de nuestra época y de nuestros tiempos,
porque aquí me hice revolucionario, porque aquí me hice martiano y porque aquí
me hice socialista”.
Preside la escalinata una
escultura que resultó emblemática de la institución. La efigie Alma Mater, realizada
en 1919 por el artista checoslovaco radicado en Cuba, Mario Karbel. La obra, que con los brazos abiertos da la bienvenida
a los estudiantes, fundida en bronce e
inspirada en dos cubanas: Felicia Villalón, joven de 16 años, para la cabeza,
el rostro y el cuello, y en una habanera mestiza de constitución madura y
maciza, para el resto del cuerpo. En los costados del trono
de bronce en que aparece sentada, el escultor dejó grabadas en bajorrelieve
figuras alusivas a las artes y las ciencias que allí se enseñaban, representadas
por diosas con objetos que identifican la ciencia o arte en cuestión.
El término de Alma Máter, madre nutricia, se aplica a las universidades
para expresar que las mismas son madres que nutren de conocimientos, cultura y espíritu
profesional.
En
octubre de 1906 se inició la edificación del Aula Magna y se inaugura en 1911
después de concluida su construcción. Los
interiores del edificio, en donde reposan los restos del pensador cubano
Félix Varela, fueron decorados por el
pintor cubano Armando Menocal y Menocal con 7 grandes frescos que representan
la Medicina, las Ciencias, las Bellas Artes, el Pensamiento, las Artes Liberales,
las Letras y el Derecho, rindiendo homenaje a profesores cubanos ilustres que se
destacaron en la historia científica de la Universidad. Simbólicamente se
seleccionó una figura destacada por cada profesión y cuatro lemas en latín,
inscritos con letras doradas a ambos lados del escudo nacional, completan la
decoración.
En 1936 se inicia la construcción de un nuevo
edificio para la Biblioteca de la Universidad, lo que se hizo necesario debido
a su crecimiento, y se inaugura en 1937. En su vestíbulo una tarja de mármol
reproduce el pensamiento: "Tú das los consuelos; tú das el descanso a la
preocupación; tú eres la medicina del mal". En 1961 toma su nombre actual
de Biblioteca Central "Rubén Martínez Villena", y en 1962 se convoca
a un concurso para erigir el busto que se encuentra en el vestíbulo de la
misma.
La
UH cuenta también con un estadio en donde se celebran los juegos deportivos
universitarios con más tradición en el continente, los "Juegos
Caribes" de los que han surgido destacados deportistas conocidos por sus
resultados internacionales. Atendiendo a esa tradición deportiva, en los planes
de estudios de todas las Facultades la asignatura de Educación Física es
obligatoria durante al menos dos años.
Por
la Ley de 11 de agosto de 1919 la Universidad de la Habana quedó autorizada
para otorgar grados académicos honoríficos denominados por tradición Doctor
Honoris Causa. Tal potestad quedó recogida asimismo en los Estatutos
Universitarios de 1942 y posteriormente en la Ley de Reforma Universitaria, de 1960.
La Ley del Sistema de Condecoraciones y Títulos Honoríficos (Ley número 17, de
28 de junio de 1978) derogó toda la legislación honorífica universitaria, pero
su fuerza es tal que aún hoy, con poco rigor normativo, se continúan otorgando los
títulos Doctor Honoris Causa, así como casi todas las instituciones
universitarias del país, aún sin estar autorizadas a ello, conforme el
principio de legalidad de la actividad administrativa.
Preserva un rico patrimonio
desde su arquitectura, artes plásticas, archivos, documentos históricos,
bibliotecas e instrumentos científicos y tecnológicos. Es un lugar orgullo de
los capitalinos y de todos los cubanos por mantener, desarrollar y prestigiar
sus profundos valores educacionales y éticos-morales. Encargada de custodiar y
cuidar estos bienes, así como para conducir y asesorar la gestión de su caudal,
fue creada en el 2010 la Dirección de Patrimonio Cultural Universitario. El 10 de octubre de 1978 fue declarada
Monumento Nacional.
Se dio a conocer recientemente
que la Universidad de La Habana quedó ubicada entre las 20 mejores
universidades latinoamericanas con vistas al año 2019, de acuerdo con el QS
University Rankings Latin America. Este lugar otorgado se fundamenta por la
calidad del claustro, por los doctorados científicos, los conocimientos, las
investigaciones. La relación de los alumnos y profesores, su información
visible en internet e intercambios académicos, así como el prestigio académico
que se avala a través de encuestas independientes en Cuba y todo el mundo. Además la coloca entre las 500 mejores de todo
el mundo.
En su misión y objetivos
actuales prevalece el espacio a la reflexión, la creación de conocimientos
científicos y tecnológicos y la formación de valores. De esta manera contribuye
a la continuidad histórica de la Revolución Cubana y al enriquecimiento
cultural de toda la sociedad.
Es fundamental su empeño
para jugar un papel principal en el desarrollo, difusión y aplicación de las
ciencias sociales, naturales, económicas y exactas y en la formación de
profesionales, basándose en los principios éticos de nuestra patria y
protagonista importante de la Revolución.
Me agradó mucho sobre Erdwin Fernandez un actor inolvidable
ResponderBorrarGracias por comentar. Sldos
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