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El biólogo David de Polvo en el viento |
Rodolfo Faxas, actor, presentador y director de televisión, se hace popular
entre la teleaudiencia cubana con el personaje de David, un joven biólogo
marino protagonista de Polvo en el
viento, bajo la dirección de Xiomara Blanco.
-¿De qué modo llegas a esa telenovela y qué significó para ti?
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Telenovela Polvo en el viento |
Belkis Quintero, asistente de dirección de la Televisión Cubana -con quien
había trabajado antes-, me llamó para hacer el casting de uno de los
personajes. Por curiosidad leí escenas del protagónico David, me enamoré de su
fuerza, ganas de vivir, errores… Días después me llamaron porque el actor que
lo iba a interpretar había dejado la serie y la directora quería verme como
David. Le debo mucho como actor y persona. Me preparó para la popularidad que
se avecinaba, fue una experiencia única. Ese personaje cambió mi vida”.
- ¿Cómo te
formas en la actuación?
Aunque
no he sido formado en ninguna escuela de enseñanza artística, creo que la preparación
académica de nuestras escuelas de arte puede catalizar la formación de un actor.
Conté con
un maestro que me dio muchas herramientas y me transmitió su experiencia. Por
dos años fui alumno de Raúl Eguren en su curso-taller de actuación. Con la
ayuda del propio Raúl y de Pedrito Silva, actor, llegué a la Escuela
Internacional de Cine de San Antonio de los Baños para trabajar como actor en
los ejercicios de los alumnos, y fue ahí donde me descubrí como director.
- Tuve la oportunidad de conocerte
como profesor de teatro en la Universidad de Ciencias
Pedagógicas. ¿Cómo sin ser graduado
de arte alcanzas esa condición?
María Luisa Brito, directora de TV me pidió ayuda para impartir clases de
teatro en la Licenciatura de Instructores de Arte. Aunque no tenía formación
académica, ella confió en mi preparación e insistió que estudiara los
programas. En este proceso me enamoré de la docencia, estudié y busqué
información para prepararme y esto me ayudó a comprender que enseñando se
aprende, ayudándome así en mi propia formación. Lo asumí y me siento
satisfecho. Gracias a esa experiencia siento placer cuando muchos alumnos me
llaman "profe".
Hice varias obras, te puedo nombrar Una casa colonial, bajo la dirección
de su autor Nicolás Dorr. Fue maravilloso e inolvidable. El teatro te retribuye
al momento, sientes la aceptación o no del público instantáneamente. Me
gustaría volver a las tablas.
-¿Cómo te conviertes en director de televisión?
Durante mi carrera como actor, en ocasiones, me sorprendían "dirigiendo"
mis propias escenas. Siempre les traía, a los directores, una propuesta. Un día
supe de un curso para directores de TV, me presenté con avales de mis propios
maestros y me aceptaron. Después de casi dos años me gradué.
-¿Qué tienes previsto para el futuro?
En principio, dirigir mis propios proyectos, aunque no voy a abandonar la
actuación. Creo que en Cuba tenemos un manantial de ideas para materializar.
Del cine tengo una deuda conmigo. Recuerdo la actuación en Kangamba, El Cuerno
de la abundancia…, pero quisiera hacer un protagónico. Por lo demás, vivir
intensamente como profesional, padre, esposo, amigo. Ser cada vez más, una
mejor persona”.
En la película Kangamba