Todos hemos relacionado la distancia con el espacio físico, pero claro que alcanza lo emocional.
Hoy hablo de la distancia geográfica, a propósito del primer cumpleaños de Carla que pasamos separados de ella.
Alimentamos y robustecemos los sentimientos de amor entre madre e hija y de hermanos, con la seguridad de que volveremos a encontrarnos pronto para celebrar el reencuentro.
La lejanía nos ha supuesto una valoración más fortalecida de nuestra intimidad, comprensión y ternura. Hoy somos más comprensivas, más fuertes, más nosotras.
Hoy mi querida hija Carla está cumpliendo 36 años y es el primero que no podremos celebrar juntas físicamente, pero la conexión emocional y profunda diaria nos mantiene cada vez más cerca.
Feliz de saber que las fuerzas del bien conspiran para que sientas contigo estas líneas.

Es la primea vez que pasas un cumpleaños lejos de tus seres queridos.
Tu hermano y yo estaremos felices de saberte bien de salud y rodeada y cuidada por personas que te acogieron y quieren como si fuéramos nosotros mismos.
Disfruta tus lindos 36 años, que parecen 30.
Cuídate mucho que celebraremos pronto.
Te amamos siempre.
Tu hermano, tus sobrinos y tu mamá.