Foto: Eduardo Mujica |
“La esencia no es ver sino observar,
pero la sociedad está apabullada por el exceso de tecnología que les termina
anulando”. –Eladio Reyes
Hace unos meses estaba recogiendo
en una gaveta y me encontré una entrevista con una foto que hiciera mi hijo Eduardo,
y me atrapó la carga emocional que me dejaba su lectura.
Indagué sobre este hombre
que no conocía y que nunca había leído ni sabido de su vida, a pesar de que nos
unía el barrio donde se había criado y desarrollado, y la profesión que ejercía,
ya que me rodeaba de fotógrafos.
He querido salvar la
entrevista homenajeándolo en su 63 cumpleaños, y mostrarles su grandeza, entereza y el tesón
de cómo vivió, y aunque no se encuentre físicamente entre nosotros, descubrir la
belleza que todavía queda en la magia de sus ojos.
Eladio Reyes Arias, dramaturgo, fotógrafo y pintor nació el 12 de marzo de 1956 en La Habana y falleció
en febrero de 2009. A los pocos años sus padres lo llevan a vivir a un pueblo llamado
San José de los Ramos, perteneciente al municipio Colón de la provincia de
Matanzas. Allí pasó parte de su infancia la que dedicó a estudiar y practicar
deportes.
Perdió
la visión en su adolescencia debido a un golpe recibido jugando al fútbol. Desde
entonces fue muy triste para él no poder continuar practicando deportes y esta
discapacidad lo lleva a encontrar otros caminos que encuentra en el arte.
Comienza a trabajar con grupo de actores en el teatro y con sus otros sentidos
va creando imágenes que lo llevan a la fotografía.
Cuando llega desde Matanzas a su nueva casa
en La Habana dijo: “cuando
llegué por primera vez a Espada 411, al centro de La Habana, todo me era
diferente. La puerta de la casa, no era la puerta. Se me hacía una corriente fría.
La ventana la sentía como un cuadro vacío, donde se agudizaban todos los
sonidos que había en el exterior. Me fue bastante difícil, pero me dije, “Eladio esta es una nueva vida,
hay que echar pa’lante.”
Foto: Iskra |
Es un hombre muy
optimista y continúa hasta que se gradúa en 1989 en el Instituto Superior de
Arte (ISA) en Artes Escénicas, en la especialidad de Dramaturgia y Teatrología.
Para los
exámenes montaba en los autobuses y pedía a los viajeros que le leyeran algunas
páginas. El día que se iba a examinar para su graduación les pusieron
una película al grupo de alumnos y sobre esto refiere: “apliqué el sistema de captar la esencia en un tercer nivel de lectura,
o sea, por la exclamación de los espectadores fui sacando las conclusiones de
lo que nos habían rodado”.
Ejerció como profesor de teatro y fue autor de varios
documentales. Más adelante decidió dedicarse a la fotografía como vínculo entre
el teatro y el cine. Según contaba compró una vieja cámara soviética por cinco
pesos y comenzó a fotografiar a la gente de su pueblo en San José de los Ramos.
Estando en la Escuela de Cine, relata, que su profesor Pedro Pérez Portales le
enseñó los conceptos técnicos sobre diafragma, velocidad y foco; pero todo lo
demás “surge a partir de cada uno, de la
sensibilidad y el talento”.
A la pregunta de cómo tomaba las fotografías, responde: “El tacto es el sentido esencial
del hombre para ejecutar cualquier acción. Un día iba caminando por una acera y
siento a mi derecha unos niños jugando. Me detengo y con el bastón empiezo a
palpar el lugar, entro en un vacío siguiendo la emoción de los pequeños
retozando, por las voces calculo que los tenía como a tres metros. Puse el
lente a la distancia que calculé, la velocidad apropiada y apreté el obturador”.
“Además pienso que para hacer fotos hay que tener un ojo para ver y otro para
captar”.
Mostrando sus obras a un colega
durante el
Primer
Encuentro Iberoamericano de Fotografía
de
Prensa La
Habana Cuba Abril 2003
Foto: Enrique Villaseñor
|
Además de aprender la técnica Eladio tenía mucha
intuición y como él mismo decía “las
personas que tienen cinco sentidos utilizan uno, mientras que quien dispone de
cuatro, emplea los cuatro”.
Sabe de cuánta luz hay y por dónde llega por el calor que
siente en su piel. Medía las distancias con su bastón y preguntaba a quien
estuviera con él detalles sobre el paisaje, la altura de los árboles y
edificios, y así decidía dónde situar la cámara para tomar la instantánea. Aseguraba que había tres tipos de fotografías;
la que imaginas, la que la cámara registra y la que está procesando la mente.
Le
cuenta al fotorreportero una anécdota que recuerda con mucho cariño: “Yo estaba en un taller de
fotografía en la escuela Internacional de Cine Radio y Televisión de San
Antonio de los Baños, el programa incluía una visita a la casa de Raúl
Corrales, uno de los fotógrafos más grandes que tiene nuestro país. Fuimos
quince personas aproximadamente. Yo me aparto a unos metros del grupo que
estaba conversando. Empiezo a disparar la cámara y corrales dice”; “Esos
fotógrafos que hay ahora, que cogen la camarita y juegan con ella”. “Sabía que era conmigo, pero seguí tomando
fotos. Al final cuando nos presentan, le dicen que yo era ciego. Entonces me
abrazó con pena y me invitó a volver a su casa”.
Presentó exposiciones personales e impartió cursos y talleres de fotografía
a ciegos y a videntes, en Cuba y en el exterior. Obtuvo varios premios con los grupos de teatro Grafito
de Hierro, Cuellar y Grafito y Entraña. En Matanzas, dos premios en crítica,
poesía, exposiciones de fotografías en la Quinta de los Molinos y en la Escuela
Internacional de Cine, Radio y Televisión de San Antonio de los Baños.
Foto tomada por Eladio |
Se define “como un
artista, no como una curiosidad”, ante quienes creen que ser invidente y
fotógrafo supone una contradicción. Sin embargo, era muy creativo y simpático pues
en su tarjeta de presentación rezaba: Licenciado Eladio Reyes, dramaturgo, fotógrafo, pintor
y ciego cubano.
Eladio Reyes fue un gran
ser humano, ejemplo de superación en todos los aspectos,
especialmente para aquellos que sufren discapacidades, por eso, cuando supe de
su existencia me di a la tarea de escribir sobre su vida para dignificarlo, y
transmitirles a las nuevas generaciones su tenacidad, su conocimiento, su humildad,
su enseñanza, su grandeza y el amor que se debe tener por todo lo que se hace.
Elsa Medina, fotógrafa y Eladio en México, 2006 |
Las
imágenes capturadas con su sensibilidad, su inteligencia, y su creatividad nos aleccionó
que existen muchas y diferentes formas de comunicación. Y que en la vida,
siempre hay “Luz en la oscuridad”.
Gracias por comentar. Sldos
ResponderBorrarCarmen, lo conocí cuando participaba en los finales de la década de los 80 del pasado síglo en los talleres de fotografía q se organizaban en aquel entonces.
ResponderBorrarEs un honor que lo hayas conocido, fue un hombre humilde y grande. Me alegra mucho que hayas pasado por mi blog, espero que regreses a esta Esquina. Sldos
BorrarMe cautivó está historia. Me alegro mucho que lo hayas fotografiado en letras. Volvió a la luz.
ResponderBorrarGracias por pasarte por esta esquina y comentar. Sldos
BorrarHoy he leído una historia
ResponderBorrarDe un hombre excepcional
Hay muchos, pero éste
Con una vida singular
Desenfrenado alcanzó
Palpar disparar
Dejar una huella
Aún sin poder mirar
Se trata de Eladio Reyes
Hombre humilde y de alma grande
Un ciego cubano!! Señores
Que hacía María con el lente
Llegue a Eladio desde la tierra
Un grito de amor, remembranza
Rindo honores a este hombre
Que nunca perdió su esperanza.
Bello poema, agradecida y emocionada. Te espero de nuevo en esta esquina, que ya es tuya. Sldos
BorrarCarmita, gracias por darme a conocer tan excepcional persona
ResponderBorrarGracias por pasar, vuelva pronto. Sldos
BorrarMe encantó la publicación de Eladio. Fue un buen amigo y gran persona. Era un artista.
ResponderBorrarGracias por pasar por mi blog y que te haya gustado. Vuelve pronto, sldos
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